martes, 24 de mayo de 2016

CANCER DE MAMA

SE PUEDE PREVENIR!!!

El cáncer de mama (carcinoma mamario) es el segundo lugar oncológico más frecuente en las mujeres. Afecta a una de cada nueve mujeres en algún momento de sus vidas. El cáncer mamario en varones es menos frecuente y suele ir precedido de ginecomastia (agrandamiento de una o ambas glándulas mamarias en varones).



Cuando una mujer tiene patrones de antecedentes familiares específicos que la ponen en riesgo de sufrir estas mutaciones genéticas, su medico debe sugerir las pruebas de ADN. Es importante someterse a detecciones mamarias sistemáticas para cáncer.

El inicio del cáncer de mama es más frecuente después de los 30 años de edad. La edad y los antecedentes de salud pueden afectar el riesgo de desarrollar cáncer mamario. La fecundidad, función ovárica y exposición a estrógenos desempeñan una función en el inicio del cáncer mamario. La practica de dietas que producen cantidades elevadas de estrogeno parece ser mas importante in utero y después de la menopausia; las concentraciones elevadas de estrógeno durante los años fecundos parecen ser protectoras.   

El American Institute for Cancer Research (AICR) ha encontrado que un mayor consumo de hidratos de carbono refinados y de azúcar se relaciona con el cáncer mamario; la fibra retiene la secreción de insulina y hay que incrementar su consumo.

El cáncer de mama puede relacionarse con estrés oxidativo. La obesidad y patrones de dieta occidental pueden provocar en forma independiente una resistencia hiperinsulinémica a la insulina durante la pubertad. En niñas adolescentes, la anovulación (falta de ovulación) puede reducir el cáncer mamario. El aumento de peso en los años anteriores al inicio de la menstruación es un promotor: la mayor adiposidad de las células grasas incrementa la disponibilidad de estrógenos.

Puede observarse un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres que consumen papas a la francesa en la edad preescolar; el consumo de leche entera reduce el riesgo ligeramente y estos datos sugieren un posible nexo entre la dieta antes de la pubertad y el riesgo subsecuente de cáncer mamario.




Las grasas monoinsaturadas (p. ej. aceite de oliva, aceite de canola) pueden inducir a las células cancerosas a perpetrar "suicidio celular".

Se ha encontrado que la soya es muy protectora en mujeres jóvenes. Consumir alimentos con soya confiere más beneficios que tomar suplementos con isoflavonas. Mantenerse físicamente activos también es protector contra el cáncer mamario.

El consumo de alcohol es un problema, sobre todo si el consumo de ácido fólico es bajo (se requieren cerca de 600 micro gramos para que sea protector). Limitar el alcohol a no más de una copa al día.
La duración total de lactancia se relaciona con un riesgo menor de cáncer mamario. 

El cáncer mamario puede tratarse en forma muy efectiva, sobre todo cuando se diagnostica en etapas tempranas. 


ESTADIFICACIÓN DEL CÁNCER DE MAMA


  • Etapa 0: In situ: Las células cancerosas están presentes ya sea en el recubrimiento de un lóbulo o en ducto mamario, pero no se han extendido al tejido graso colindante. 
  • Etapa I: Rara vez con metástasis/no invasor: menos de 2 centímetros de diámetro; el cáncer se ha diseminado de los lóbulos o ductos al tejido contiguo en la mama; no se ha propagado a los ganglios linfáticos. 
  • Etapa II: Rara vez con metástasis/invasor: el tumor puede variar de 2 o menos de 5 centímetros de diámetro; algunas veces el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos. 
  •  Etapa III: Con metástasis moderadas/invasor: mayor o igual a 5 centímetros de diámetro; las células cancerosas han crecido en forma extensa hacia los ganglios linfáticos axilares. 
  • Etapa IV: Con metástasis pronunciada/invasor hacia otras partes del cuerpo, como huesos, hígado, cerebro o pulmones. 



 



ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN


-Una dieta con control de la energía (calorías) y la grasa totales puede ser de utilidad. La obesidad puede favorecer el crecimiento del tumor original, y las calorías originales parecen desempeñar una función clave. Se ha sugerido un consumo de 10% a 20% de grasas, con una reducción de los ácidos grasos saturados a 7%.
En general el estilo dietético occidental debe desaconsejarse.

-Debe fomentarse una dieta protectora, por ejemplo la dieta mediterránea.

-Debe alentarse el consumo de por lo menos cinco a nueve frutas y verduras y seis alimentos con granos al día para tener acceso a nutrimentos importantes, fibra y fotoquímicos. El uso de aceite de oliva y canola, jugo de uva o vino tinto parece benéfico. Las frutas y vegetales deben incluir fuentes de alfacaroteno y betacaroteno, zeaxantina y licopeno. deben utilizarse ajo, bromelina (enzima que se encuentra en algunas frutas como la piña) y curcúma para sazonar los alimentos. 

-Las bebidas alcohólicas en cantidades superiores a una copa al día debe desaconsejarse, por que el alcohol tiene una función en la promoción de tumores positivos al receptor de estrógenos, el vino tinto y el resveratrol pueden ser aceptables.

-El consumo de fitoestrogenos (p. ej. Alimentos de soya y linaza) se ha recomendado para reducir el riesgo de desarrollar cáncer mamario o para prolongar el periodo libre de enfermedad.

-El consumo de soya parece ser protector para la mayoría de las mujeres. Una dieta rica en isoflavonas puede incluir vegetales de hoja verde, tallos de apio, lechuga picada, pimientos dulces, espinaca cruda, limón fresco, etc. 

-Las fuentes alimentarias de vitaminas y menerales de importancia particular son el ácido folico, calcio, vitamina D, vitamina A, vitamina C y vitamina E como tocoferol alfa.




Indyra Hernández
Tu Nutriologa de Cabecera

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